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Introducción

El plagio en los trabajos educativos siempre ha existido. Hace algún tiempo, los estudiantes se tomaban horas escribiendo textos desde enciclopedias y libros, que luego se acreditaban. En la actualidad,  las tecnologías de información y la comunicación facilitan la transferencia de datos e ideas. Ello posibilita que estudiantes y profesores ya no tengan la necesidad de asistir a una biblioteca, hacer filas o sacar copias de libros, todo se resuelve con un clic en el ratón. El acceso a miles de documentos en línea facilita la  descarga y copia de ideas provenientes de sitios poco reconocidos e informales así como de sitios formales, por ejemplo, revistas científicas y espacios académicos (Wang, 2008).

Por las razones anteriores, en la actualidad es necesario comprender y reconocer cuándo las ideas expresadas son propias y cuándo se derivan de fuentes de información que ya están publicadas. Por lo tanto, resulta pertinente propiciar el desarrollo competencias en los estudiantes, para que la producción académica cumpla con los criterios de confiabilidad en la información y que contenga las referencias que son necesarias, sobre todo a nivel de educación superior.

El plagio es un problema que no deja de preocupar a entidades gubernamentales, autores y docentes. Con el fin de mitigarlo, se han decretado leyes y se han creado herramientas que, de una u otra forma, ayudan a evitarlo o detectarlo. El propósito de este documento es precisamente dar a conocer las leyes y los reglamentos que en el contexto nacional costarricense y de la Universidad Estatal a Distancia rigen; así como brindar algunas recomendaciones y herramientas tecnológicas, que pueden coadyuvar a profesores y estudiantes en su prevención y en la detección de coincidencias con escritos provenientes de internet.