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¿Qué hacer para prevenir el plagio?

Prevenir el plagio es todo un reto para los docentes, porque es necesario que estos asuman una serie de prácticas dentro de su quehacer que, al final, repercutirán en el trabajo que entreguen los estudiantes; pero, la responsabilidad no solo recae en el docente, sino también en que el estudiante debe hacer conciencia, procurar organizar su tiempo, prestar mayor atención a la asignatura y tener mayor una confianza cuando escribe.

Para Wang (2008), incurrir en el plagio es en el fenómeno antropológico de inculturación. Este fenómeno está basado en el hecho de que la cultura no es innata en los individuos sino que es adquirida a través del contacto social.  Este mismo autor indica que es necesario “conquistar el clima del campus universitario con un enfoque sistémico de la reducción del plagio” (p.750). Se propone  un proceso de transmisión y adquisición deliberada de una cultura de integridad académica, en la que el plagio sea considerado un error y una infracción a la normativa institucional.

Para que la inculturación sea posible, será necesario un proceso de enseñanza y de aprendizaje en el que se fomente en los estudiantes normas, valores y habilidades que le permitan asumir un rol más participativo y responsable en el ámbito académico (Wang, 2008).

Para lograr un cambio en la cultura, Wang (2008) propone:

  1. Que los estudiantes conozcan, comprendan y compartan las normas disciplinarias institucionales. Es el desarrollo de normas comunes que nos permitan entendernos dentro de la comunidad académica.
  2. La enseñanza de aptitudes académicas. Abrir oportunidades para conocer y aplicar la normativa institucional sobre la producción de documentos en la vida real, en la práctica.  
  3. El proceso de enseñanza y aprendizaje como un proceso de inculturación, en el que se motive a los estudiantes a esforzarse en sus trabajos, a partir de la imaginación, la creatividad y el desarrollo del pensamiento de orden superior. Esto es posible a través de trabajos de investigación, resolución de problemas, la publicación de proyectos en espera de la retroalimentación de los compañeros, entre otras estrategias.  

Por tanto, la práctica docente debe procurar desarrollar en los estudiantes el pensamiento crítico e investigativo.

Otro aspecto importante por considerar consiste en que los estudiantes deben presentar sus trabajos bajo los formatos de citación que se solicitan o eventualmente, hacer propio un estilo y aplicarlo en todos sus proyectos. De allí, surge la necesidad de que se conozca algunos de los diferentes manuales de estilo, que pueden ser aplicados de acuerdo con las especialidades académicas.